El Teatre Condal, acull la tornada a Barcelona de Rafael Àlvarez, el Brujo.
El gran actor presenta dos dels seus espectacles:
"El Lazarillo de Tormes", del 8 al 26 d'abril
i Mujeres de Shakespeare" del 29 d'abril al 10 de maig
El Lazarillo de Tormes, el buque insignia
En la web del actor, Rafael Álvarez empieza un texto dónde escribe: Déjenme decirles algo: jamás abandonaré al Lazarillo. Toda una declaración de intenciones y es que El Brujo hace ya más de 25 años que representa esta función adaptada por Fernando Fernán Gómez de la novela homónima del s. XVI.
El Lazarillo es una de esas obras que ganan con los años. Y la gente continua divirtiéndose con las travesuras, las penas y las miserias por las que pasa el protagonista, interpretado por el maestro cordobés.
El Brujo escribe sobre el Lazarillo de Tormes
Como desde el primer día, siento un enorme privilegio al poder entregar mi voz y mi cuerpo a esta joya de la literatura. Este ente del mundo imaginario podría cambiar el mundo real porque hace del hambre y la necesidad un arte, la recicla en sabiduría. Frente al dolor tenemos dos caminos: la queja o el arte. Y con ironía, parte del estado del necio, camina por el aprendizaje y alcanza la sabiduría. El Lazarillo trata de la marginación, el hambre y la vivencia dura de la infancia. Los paralelismos entre el mundo del infante que acompaña al ciego y la situación de tantos niños del tercer mundo que mueren de inanición son obvias. La historia se repite una y otra vez.
Mujeres de Shakespeare
Mujeres de Shakespeare es una obra que nace en el Caribe. Tumbado al sol que más calienta El Brujo se dio cuenta de lo arrebatadoras que son algunos de los personajes femeninos que aparecen en la obras de William Shakespeare.
Algunas destacan por su fina ironía, otras por su cándida inocencia o su fortaleza, pero el genio británico siempre entendió la complejidad de estos personajes. El Brujo se prendó de ellas gracias a su sabiduría, perspicacia y mayor sentido de la realidad.
Sus cuatro amores:
Me prendé de Rosalinda (Como gustéis), de su ingenio triunfante, de su luz y de sus respuestas. De Catalina (La fiera domada), de Beatriz (Mucho ruido y pocas nueces" y de Julieta, tan sublime que te hace sentir culpable de albergar cualquier sentimiento de ironía (por la edad, se entiende) o de escepticismo frente a la inocente plenitud absoluta del amor romántico. En fin, las amo.
Rafael Álvarez
0 comentaris:
Publica un comentari a l'entrada